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El navegador web es actualmente el principal objetivo de ataques sobre los usuarios en Internet

¿Y por qué no… puedo navegar libremente por Internet (desde el trabajo)?

El navegador web es actualmente el principal objetivo de ataques sobre los usuarios en Internet. Muchas páginas web, tanto de dudosa reputación como aparentemente benignas, albergan contenidos maliciosos cuyo propósito es atacar tu ordenador o dispositivo móvil para tomar control de él, o para introducir virus o software dañino, simplemente al conectarte a ellas… sin hacer nada.

El navegador web es, por tanto, el punto de entrada desde cualquier lugar de Internet a la red corporativa, por lo que debe ser utilizado con precaución y de manera responsable.

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Recomendaciones

Asegúrate de que la dirección web es de confianza

A la hora de navegar a una página web, verifica que la dirección web es conocida, legítima y pertenece a una organización o empresa de confianza. Preferiblemente escribe tú la dirección, ten mucho cuidado al seguir enlaces web y, especialmente, con los acortadores de direcciones web, ya que no te permiten ver a qué sitio te estás conectando.

Sé precavido con la información confidencial

Evita transmitir o almacenar información confidencial en servicios web de terceros, ya que les estás regalando tus datos. ¡Piensa en la importancia de esa información antes de enviarla a Internet!

Ten cuidado al abrir ficheros descargados de Internet

Sé precavido a la hora de abrir cualquier fichero o documento descargado directamente de Internet y verifica antes su procedencia. ¡Piénsatelo dos veces antes de abrirlo, e incluso de descargarlo!

Verifica los sitios seguros

A la hora de acceder a sitios web importantes, especialmente los que requieren introducir usuario y contraseña, verifica que estás utilizando una conexión segura, es decir, que la barra de dirección empieza por “httpS://”. ¡La letra S, de Seguridad, sí es tu aliada!

Y sé precavido con los que no son seguro

Al conectarte a páginas web seguras no aceptes ningún mensaje de error de un certificado digital incorrecto, ya que no sabes realmente a quién pertenece el servidor web al que te estás conectando. ¡Alguien podría estar interceptando todas tus comunicaciones!

Las contraseñas no deben almacenarse en el navegador

Evita almacenar tus contraseñas en el navegador web, ya que, aunque es más cómodo, cualquiera que tome el control de tu navegador podría suplantarte y “ser tú” en Internet.

Si te has identificado, cuando acabes, cierra tu sesión

Cuando hayas terminado de usar una página web donde te hayas identificado con usuario y contraseña (o con certificado digital), no te olvides de cerrar tu sesión en la aplicación web, ya que, si no, alguien podría aprovecharla y suplantarte y, de nuevo, “ser tú” en Internet.

Limpia el historial y la caché del navegador

Limpia periódicamente el historial y la caché del navegador web, evitando así que se acumule la “porquería” introducida por todas las páginas web visitadas recientemente.

Asegúrate de que el navegador y sus complementos están actualizados

Asegúrate de que tanto el navegador web como todos sus complementos, por ejemplo los que te permiten ver vídeos en formato Flash o visualizar ficheros PDF, están actualizados. Por cierto, ten mucho cuidado antes de instalar nuevos complementos, ya que podrían tomar el control completo de tu navegador web. Probablemente desde tu puesto de trabajo no podrás hacerlo, puesto que las unidades TIC se encargan de ello.

Si detectas anomalías al navegar, no lo dudes y comunícalo

Por último, si identificas que al navegar a alguna página web tu ordenador empieza a hacer cosas raras y, por ejemplo, abre ventanas que tú no has solicitado, notifica la incidencia lo antes posible a través de la Intranet.

Recuerda, tú también puedes ser un hacker bueno, identificar anomalías, incidentes de seguridad y comportamientos sospechosos, por lo que tu colaboración y ayuda para proteger a la organización es fundamental.